“Exploré de qué otra manera podía ejercer Historia que no fuese como profesora de esa materia. Quería trabajar en archivos y bibliotecas, para ello, se requiere la profesión de Bibliotecología. Gracias a mi trabajo como asistente de investigación en el Colegio de México, así decidí estudiarla como segunda carrera”, platica.
Y entonces, ocurrió algo determinante para definir el camino profesional de María: su asesor de tesis la invitó a realizar sus prácticas profesionales para aprender cómo funcionan las bibliotecas académicas de la UNAM. “Trabajé con él, colaborando en el mantenimiento de la página web, ayudando en algunos procesos técnicos y en colecciones especiales donadas por algunos investigadores”.
Esa experiencia le brindó el aprendizaje necesario para postularse a una plaza en la Biblioteca Ignacio Méndez Ramírez del IIMAS, y fue su propio asesor quien la alentó a competir por el puesto. “Me encanta el silencio y estar rodeada de libros. Considero que esta Biblioteca es un espacio interdisciplinario, especializado y silencioso. No todas las bibliotecas son así; algunas, como las de facultades o las escolares son mucho más ruidosas Aquí tengo la oportunidad de trabajar en un ambiente tranquilo.”
En relación con su primera carrera, María reconoce que ha quedado un poco en el olvido, al menos como profesión. Si bien su principal pasatiempo es la lectura, que le permite mantenerse informada, lo hace más por placer que por un objetivo profesional. Además, disfruta mucho pintar en acuarela, tejer, bordar, armar rompecabezas e incluso nadar, y añade que le gustaría aprender a bucear. Por otro lado, comparte que lleva una excelente relación con su familia nuclear y prefiere los planes tranquilos en casa a las fiestas.