El doctor Gabriel Ramos, investigador del Departamento de Modelación Matemática de Sistemas Sociales del IIMAS-UNAM, nos abre una ventana a su mundo, donde la pasión por la ciencia, la vida familiar y el bienestar personal se entrelazan en una danza armoniosa. Con una carrera dedicada al estudio de la complejidad en los sistemas sociales, nos muestra cómo la interdisciplinariedad puede ser la clave para resolver los problemas más importantes de la sociedad actual.

LA MAGIA DE LA INTERDISCIPLINARIEDAD

El doctor Ramos es un defensor de la interdisciplinariedad, para él, la colaboración entre distintas disciplinas es esencial para abordar cuestiones complejas. “No puedes apoyarte solamente en un área para abordar lo que estás investigando, probablemente necesites de otras disciplinas que te ayuden a complementar todo tu proyecto o tu investigación”, explica.

Menciona que: “La modelación matemática de sistemas sociales tiene mucho de interdisciplinar, se puede trabajar junto a sociólogos, antropólogos, economistas, con gente que hace matemáticas, cómputo, estadística, etcétera”, añade. 

En lo que corresponde a su trabajo, el doctor Ramos ha aplicado su conocimiento en sistemas complejos y modelos basados en agentes para entender fenómenos sociales variados, desde el comportamiento de los primates hasta las redes sociales humanas. Su trabajo no sólo enriquece el ámbito académico, sino que también tiene aplicaciones prácticas en políticas públicas y planificación urbana.

 

 

 

PASIONES Y HOBBIES: DE TAI CHI A LA ELABORACIÓN DE CERVEZA

El equilibrio entre la vida profesional y familiar es un desafío que el doctor Ramos ha enfrentado con éxito. Residiendo en la bulliciosa Ciudad de México, ha encontrado formas de estar presente para su familia. “Trato de estar en la casa en las tardes-noches y pasar tiempo con mis hijas y esposa. Tenemos, así como regla, comer juntos, sino se puede, por lo menos cenar juntos”, comparte.

Por otro lado, el doctor Gabriel Ramos es un hombre de muchas pasiones. Entre sus hobbies se encuentran el Tai Chi y el Kyudo, una forma de arquería japonesa. “El Tai Chi lo aprendí en el doctorado al encontrarme fortuitamente un anuncio en un periódico escolar. Es perfecto porque lo puedes realizar por tu cuenta, ya sea afuera o en tu departamento. Es una disciplina que, si la practicas continuamente, te ayuda bastante, tanto al cuerpo como a la mente”, comenta. 

Sobre el Kyudo, añade: “Tiene mucho más que ver con un cierto tipo de enfoque mental que te permite no estar tan concentrado en el resultado, sino en el proceso por el cual llegas a ponerte en una postura que te permite tirar la flecha de la mejor manera”. Aunque practicar Kyudo en México puede ser un reto debido a la falta de espacios adecuados, el doctor Ramos sigue explorando esta disciplina cuando puede.

Además, durante la pandemia, descubrió una nueva afición: la elaboración de cerveza artesanal. “Mariana mi esposa me regaló todo el kit por mi cumpleaños 50 y a partir de ahí ya estamos haciendo cerveza periódicamente. Me gusta intentar variaciones en las recetas”, dice con entusiasmo.

A lo largo de su carrera ha sido mentor de numerosos estudiantes y jóvenes investigadores. Se enorgullece de haber contribuido a la formación de una nueva generación de científicos que comparten su pasión por la interdisciplinariedad y el impacto social de la investigación. “Ver a mis estudiantes prosperar y hacer contribuciones significativas es una de las mayores recompensas de mi carrera”, dice con satisfacción.

Su trabajo en el IIMAS continúa siendo una inspiración para todos aquellos que buscan entender y resolver los complejos desafíos de nuestra sociedad mediante la colaboración y la interdisciplinariedad. Con una combinación de rigor científico, pasión por el aprendizaje y un enfoque equilibrado hacia la vida, el doctor Ramos representa lo mejor de la investigación moderna.

 

El doctor Gabriel Ramos es un ejemplo de cómo integrar la ciencia, la familia y las pasiones personales en una vida plena y equilibrada. Su trabajo en el IIMAS sigue siendo un faro de inspiración para aquellos que buscan utilizar la ciencia para mejorar la sociedad. Con sus futuras aventuras en Escocia y más allá, estamos seguros de que continuará haciendo contribuciones valiosas tanto en el ámbito académico como en su vida personal.

HACIA NUEVAS AVENTURAS

El futuro del doctor Ramos está lleno de emocionantes proyectos, planea una estancia sabática en Escocia, una oportunidad para sumergirse en un nuevo entorno interdisciplinario y colaborar con otros investigadores. “Ahora que fui a una escuela de verano en Escocia, me encantó el ambiente interdisciplinario”, dice. Esta experiencia no sólo promete avances en su investigación, sino también una rica experiencia cultural para toda su familia.

Al hablar de su trabajo y vida personal, destaca la importancia de mantener un balance entre ambos. Cree firmemente que su bienestar personal y familiar contribuye a su éxito profesional. “Para mí, es esencial estar presente en la vida de mis hijas, ser parte de su crecimiento y desarrollo. Trato de equilibrar mis responsabilidades profesionales con mi rol como padre”, afirma.

También valora profundamente la educación continua y el aprendizaje a lo largo de la vida, “la educación no termina con un título universitario. Siempre hay algo nuevo que aprender y explorar”, comenta.

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