La enfermedad de Chagas es una enfermedad parasitaria causada por el protozoo Trypanosoma cruzi, es endémica en América Latina, aunque se han notificado casos en otras regiones del mundo debido a la migración de personas. Tiene presencia en países como Brasil, Colombia, Venezuela y México.
Una vez que el parásito ingresa al organismo, circula a través del torrente sanguíneo en un estadío conocido como tripomastigote. En un determinado momento se transforma en una forma intracelular llamada amastigote. En esta fase, su objetivo es buscar células hospederas para infiltrarse y establecerse. El parásito se alimentará de la célula una vez que ingresa en su interior.
Dentro de las células, comienza un proceso de reproducción mediante división celular simple. Inicialmente, un tripomastigote se transforma en amastigote y éstos se dividen sucesivamente. La reproducción del parásito sigue este patrón, dependiendo de la cepa del parásito, muestra preferencia por ciertos tipos de células, puede buscar tejido muscular liso, órganos abdominales o incluso músculo cardíaco. En el caso de la cepa prevalente en México, hay una orientación por el músculo cardíaco. Por lo tanto, el parásito se establece en las células del corazón donde comienza su proceso de reproducción.
La transmisión de la enfermedad de Chagas se produce principalmente a través de la chinche besucona –que tiene un comportamiento particular al picar y defecar, siendo este último acto una posible vía de inoculación del parásito al rascarse la persona afectada–, también de madre a hijo durante el embarazo, por transfusiones de sangre contaminada, trasplantes de órganos infectados, o por consumo de alimentos contaminados con heces de este insecto. Este padecimiento pasa por dos fases: aguda y crónica; en la primera, los síntomas pueden ser leves o incluso inexistentes, pero en algunos casos puede haber fiebre, inflamación en el lugar de la picadura, hinchazón de los ganglios linfáticos y otros síntomas. Después de esta fase, la enfermedad entra en una fase crónica, que puede ser asintomática durante muchos años, además, puede pasar desapercibida, ya que los síntomas, cuando aparecen, pueden confundirse con otras afecciones.